El asbesto, también conocido como amianto, es un grupo de minerales fibrosos naturales que se utilizan en diversas industrias debido a sus propiedades tales como la resistencia al calor, a la tracción, al fuego y al efecto de sustancias químicas y, además, aislante eléctrico Se ha utilizado ampliamente en la construcción, la industria naval y en la producción de productos como tejidos, materiales de fricción, aislamiento y cemento.
El asbesto se considera peligroso para la salud debido a que sus fibras pueden desprenderse de su matriz y volverse inhalables. Cuando se respiran, estas fibras pueden penetrar en los pulmones y causar diversos problemas de salud. El asbesto está asociado con varias enfermedades graves, incluyendo:
Asbestosis: Es una enfermedad pulmonar crónica causada por la inhalación de fibras de asbesto. Provoca cicatrización del tejido pulmonar, lo que dificulta la respiración y puede llevar a la discapacidad respiratoria.
Cáncer de pulmón: El asbesto es un carcinógeno conocido y puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en personas expuestas a largo plazo. Este tipo de cáncer puede tener un período de latencia de varias décadas después de la exposición al asbesto.
Mesotelioma: Es un tipo raro de cáncer que afecta el revestimiento de los órganos internos, como los pulmones, el corazón o el abdomen. La exposición al asbesto es el factor de riesgo más importante para desarrollar mesotelioma.
Debido a los graves riesgos para la salud asociados con el asbesto, su uso está prohibido en Chile desde el 2001. Sin embargo, debido a la amplia utilización en el pasado, todavía existen muchos materiales que contienen asbesto en edificios y estructuras antiguas. Por lo tanto, es importante manejar adecuadamente el asbesto y llevar a cabo una remoción segura y controlada, para proteger la salud de las personas.