Se entiende por operaciones que componen la gestión de residuos todas las de valorización o eliminación, incluyendo la preparación anterior.
La función principal de un gestor de residuos es la recogida, el transporte y el tratamiento de los residuos.
Normalmente las actividades de los gestores se concentran en el sector industrial, debido a su distanciamiento de los centros urbanos, las elevadas cantidades de residuos generados o por necesidades especiales.
Además tienen una serie de obligaciones que buscan asegurar tanto el mejor destino para los residuos como la profesionalización del sector. Estas obligaciones son, entre otras:
- Llevar a cabo el tratamiento de los residuos entregados conforme a lo previsto en su autorización y acreditarlo documentalmente
- Gestionar adecuadamente los residuos generados
- Recoger y transportar los residuos cumpliendo las prescripciones de la normativa
- Mantener durante su recogida y transportelos residuos peligrosos envasados y entiquetados
- Entregar los residuos para su tratamiento a empresas autorizadas, y disponer de una acreditación documental de la entrega
- Mantener los residuos almacenados en las condiciones que fije su autorización
Como vemos uno de los principales objetivos es que se hagan todas las operaciones de manera segura y correcta según la norma y sobre todo acreditar la trazabilidad del residuo, desde el punto de origen hasta el destino.
Tipos de gestores
Hay dos grupos básicos: gestores de residuos peligrosos y no peligrosos, según estén autorizados para tratar residuos de uno u otro tipo.
Tanto unos como como otros pueden estar autorizados para realizar cualquiera de las diferentes operaciones de gestión que contempla la normativa, a saber: recogida y transporte, almacenamiento, valorización y/o eliminación.
Un gestor de residuos no puede gestionar cualquier residuo.
fuente: recytrans